Entrevista a Chema Madoz: “Intento crear un espacio ilusorio dónde los elementos contrapuestos convivan con naturalidad”.

Franklin Fernández.

F.F. -¿Qué motivó su interés en la fotografía? ¿Qué lo inspiró?

C.M. -Mi relación con la fotografía fue absolutamente casual, pero desde un primer momento caí en la cuenta de que las imágenes que tomaba, se convertían en testigo irrefutable de algo que supuestamente había sucedido. Esto me empujó a manipular las escenas que iba a fotografiar, ya que abría la posibilidad de crear una ficción y eso era algo que me seducía.

F.F. -Casi siempre se habla de usted como creador de objetos, como escultor, no como fotógrafo. ¿Por qué Chema Madoz es fotógrafo y no escultor?

C.M. -Mi bagaje visual proviene de la fotografía, aunque con el paso del tiempo se han ido incorporando claves más propias de otros lenguajes. Supongo que en cierta forma, se ha convertido en algo similar al lenguaje materno, que es siempre aquel en el que uno se expresa con mayor naturalidad.

F.F. -Su discurso, sin duda, es intimista. Casi silencioso, casi secreto ¿por qué?

C.M. -Creo que el trabajo de cada persona refleja hasta cierto punto, su forma de ser o de entender la vida. Hay en él parte del propio carácter…

F.F. -Sus objetos llevan consigo su fantasma, su reflejo, su doble. ¿Cuál es su interés por lo bipolar, lo opuesto, lo contrapuesto?

C.M. -Con mis fotografías intento crear un espacio ilusorio dónde los elementos contrapuestos convivan con naturalidad. Supongo que tal vez sea una forma de buscar la unidad en la diversidad.

F.F. -Usted ha creado un corpus poético propio. Lo metafórico y lo paradójico constituyen los ejes esenciales de su poética. No en vano, la imagen lírica es la materia prima con la que trabaja. De allí su vinculación con la poesía. ¿No es así?

C.M. -Siempre he tenido la sensación de que mi primera relación con las imágenes fue a través de la literatura y de la capacidad que ésta tiene de provocar imágenes en tu mente. Tal vez, por esto gran parte de los recursos que utilizo proceden de la literatura o de la poesía, pero siempre solucionados en clave visual.

F.F. -¿Qué opinión le merece el contenido de su trabajo en este contexto histórico, cuando ya se ha dicho todo, o casi todo, con el lenguaje de la fotografía?

C.M. -Creo que me falta perspectiva para hacer una valoración histórica, pero no estoy de acuerdo con que se haya dicho todo en fotografía. De hecho, pienso que está pasando uno de sus momentos más interesantes.

F.F. -¿Con cuáles artistas, fotógrafos y poetas se identifica más? ¿Con quiénes siente afinidades artísticas?

C.M. -Hay una serie de artistas, que siempre me han interesado, cómo Magritte, Marcel Mariën, Duane Michals, Joan Brossa, Perejaume, Wim Delvoye ó Vik Muniz, aunque en algunos casos sea difícil establecer una relación entre nuestros trabajos.

F.F. -¿Hay alguna relación consciente entre su obra y el surrealismo, el conceptualismo?

C.M. -Creo que mi trabajo cómo bien dices siempre ha tenido cierta relación con el arte conceptual, el minimalismo y el surrealismo, pero más que un intento de encuadrarlo en una corriente concreta, tal vez se deba a que comparto con ellos ciertas preocupaciones.

F.F. -Me interesa mucho la relación entre su obra y la naturaleza ¿Cuál es la importancia que usted le confiere a la naturaleza en relación con su trabajo?

C.M. -En algunas de las fotografías he intentado hacer un acercamiento a la naturaleza o el paisaje a través del objeto. Me interesa cómo ejercicio, ya que son realidades contrapuestas e intento localizar algún nexo entre ellos. En otras ocasiones elijo elementos que proceden de la naturaleza, cómo los canto rodados, y les aplico la misma metodología de trabajo que a los objetos, para ver que sucede con ellos, al carecer de la noción de uso.

F.F. -Usted trabaja constantemente con la luz ¿Cuál es la importancia de las sombras?

C.M. -Me interesan cómo dualidad, ya que una no tiene sentido sin la otra y a parte de ser un recurso formal dentro de la obra, la sombra siempre me ha interesado especialmente, ya que tiene una carga simbólica muy fuerte. Tradicionalmente puede representar el alma, el doble o la muerte. Hay en ella un concepto de otredad que la acerca a mis intereses.

Por otro lado en mis fotografías la luz siempre es natural. Supongo que entre tanto artificio es una forma de anclar la imagen a la realidad o al menos a "una cierta realidad".

F.F. -¿Alguna vez a trabajado con cámaras digitales? ¿Las ha utilizado para maquillar algún objeto específico?

C.M. -Tan sólo en un par de ocasiones, con la intención de hacer un pequeño acercamiento para tantear sus posibilidades.

F.F. -¿Qué aporte significativo cree usted ofreció al mundo del arte y la fotografía?

C.M. -Eso es un ejercicio de valoración que siempre van a hacer mejor los demás que uno mismo. Yo me daría por satisfecho, si consiguiera estrechar la distancia entre la fotografía y la poesía.

F.F. -¿Cómo ves el futuro de la fotografía?

C.M. -Cómo decía con anterioridad, creo que atraviesa un momento especialmente fértil y la llegada de las nuevas tecnologías no ha hecho más que abrir un sin fin de posibilidades. Habrá que esperar un tiempo todavía, pero me parece que estamos ante un panorama especialmente atractivo en el que hay muchas puertas abiertas.

F.F. -¿Cuáles fotografías lo acompañan siempre a sus exposiciones y por qué?

C.M. -Intento evitar la repetición de trabajos en mis exposiciones y trato de centrarme en el material nuevo que voy realizando.

Aunque siempre hay algunas imágenes, cómo la escalera y el espejo o la cerilla que reposa sobre un nudo de madera, que gozan de gran aceptación. Supongo que son fotografías, que aúnan una cierta belleza con varios niveles de lectura distintos que las hacen especialmente atractivas. Los mismos elementos que aparecen en ellas (el fuego, la escalera, el espejo) tienen una carga cultural y simbólica muy fuerte.

F.F. -¿Está satisfecho con lo que ha logrado hasta hoy?

C.M. -No, la satisfacción lleva a la inmovilidad.

F.F. -¿Es decir, que sigue descubriendo y develando por todas partes algo extraordinario?

C.M. -Sigo descubriendo algo nuevo en cada una de las fotografías, y eso para mí es importante. Lo que sí va cambiando de una forma sutil, es la metodología de trabajo y la forma de abordarlo.

F.F. -¿Hacia dónde perfila su trayectoria?

C.M. -De momento sigo centrado en los objetos. Tengo la sensación de estar trabajando en un pozo sin fondo, en el que por el momento no se adivina el límite.

Agosto, 2005.